- un buen choro de aceite de oliva
- 2,5 vasos de agua
- 2 dientes de ajo picados
- 1 vaso de arroz
- un pellizco de azafrán o colorante
- 200 gramos de bacalao desalado
- 200 gramos de coliflor o brécol troceado
- 1/2 cucharadas de pimentón dulce
- sal
Necesitas:
- Una paella o una sartén antiadherente plana y grande.
- Cuchillo, tabla de picar y punto pelota
Preparar el bacalao:
El bacalao desmigado lo venden también desalado, aunque sale más caro. Como son migas, te basta con lavarlo bien con agua templada y dejarlo media hora antes en agua, cambiándola tres o cuatro veces - o cada vez que te acuerdes. Como seguirá salado, prueba a no echarle sal a la paellita, y ya rectificarás al final si lo necesitas. Como yo soy un desastre total, cambié el agua un par de veces, no eché nada de sal y la verdad es que estaba muy rica. Esta es una parte muy propicia para los truquillos de la agüela, del tipo de "echar un chorrito de leche al agua" y cosas por el estilo. Si descubro alguno ya os los iré poniendo aquí.
Instrucciones de elaboración:
Calienta el aceite en la paella y échale los ajos picaditos sin dejar que se quemen. Mientras tanto, lava y trocea la coliflor (vale brécol, también está bien) y la echas a la paella. Cuando empiece a estar blandita, añade el el bacalao desmigado y bien escurrido.
Rehógalo todo unos minutos y le agregas el arroz y la cucharada de pimentón. ¡Cuidadín de que no se queme el pimentón que te amarga el guiso! remuévelo todo bien y le añades el agua bien caliente y el azafrán.
A los 5 minutos de cocción, probamos de sal y rectificamos.
Dejamos cocer durante 12 o 15 minutos más.
Como ves, se trata de echarlo todo en una perola grandota y plana (perdón, paella) con un cierto orden, sin más secretos. Y la verdad es que está de vicio, sin tropezones incómodos ni nada, a saco con la cuchara o el tenedor... para los muy comilones.
Vinos:
Esto es bacalao, así que admite hasta tintos. Pero también es un arroz con sabor a mar. O sea, blancos, rosados...
Para mí, como todo arroz amarillo, sea de carne, caza o pescado, no hay duda posible: cava. Un brut seco bien frío, please.
Que ya... que no.... que yo soy de Madrí... pero el cava con los arroces me pirra.
Confieso que soy una acérrima seguidora del bacalao. Me encanta degustarlo en sus variadas combinaciones culinarias y, por supuesto, si va con arroz caldoso o en modo paella, un buen cava brut muy frío es el mejor maridaje para deleitar al paladar.
ResponderEliminarSi me permites, añadiría que a este plato le puede ir bien, como acompañante, una buena ensalada de pimientos rojos asados, aliñados exclusivamente con sal y un buen chorro de aceite virgen de oliva.
Un beso de una admiradora.
La admiradora anterior soy yo, cariño -aunque ya lo sabías ;)
ResponderEliminarBesos
P.D. La próxima vez que hagamos el bacalao confitado, te animaré a que publiques la recete, porque sé que te encanta este plato, con su salsa vizcaína y tallarines negros.
Más besos.